La cautivante historia de Kunstmann, una familia con 30 años de pasión cervecera

La cautivante historia de Kunstmann, una familia con 30 años de pasión cervecera

Fiel a su raíces innovadoras desde 1991, Cerveza Kunstmann brinda por su trigésimo aniversario recordando la tradición y la pasión por la producción craft.

La historia de Cerveza Kunstmann, precursora en el desarrollo de especialidades Premium de la Patagonia y una de las marcas de cerveza más reconocidas de Chile, comenzó casi por casualidad. La olvidada tradición cervecera en la zona de Valdivia, y legado de los inmigrantes alemanes, encontró su renacimiento en el año 1990 de la mano de Armin Kunstmann, un emprendedor que creó la marca que se convertiría en un símbolo de la región. 


Una catástrofe natural marcaría el inicio

La génesis de Kunstmann se vio atada a un hecho histórico que marcó un antes y un después en la zona. En el año 1960, un terremoto y un maremoto destruyeron la ciudad ubicada al sur de Chile, y con ello, desapareció la tradición cervecera local.

Con el paso de los años, Armin, descendiente de alemanes, decidió hacer realidad lo que hasta el momento había sido una idea: crear una cerveza que sea representante de la herencia alemana y valdiviana. Así, con su formación de ingeniero químico y la experiencia al frente del negocio familiar de levaduras, compró un libro -de esto hablaremos con más detenimiento en algunas líneas-, algunos utensilios y comenzó a experimentar en la cocina y el garaje de su casa, como un pasatiempo.  

 

El placer de hacer cerveza en casa

Un hallazgo casual le permitió a Armin cumplir este sueño dormido bajo los cimientos que dejó el desastre: un día se encontró con el libro “The complete joy of homebrewing” de Charlie Papazian, y comenzó a emplear sus conocimientos iniciales como homebrewer, contando con la ayuda de su esposa Patricia y sus hijos que colaboraban con su experimentación.

Tras varios ensayos y errores dentro del garaje de su casa, y con familiares y amigos como degustadores, los resultados fueron tan alentadores que, tan sólo un año después, Armin Kunstmann vendía formalmente su primera caja de cerveza elaborada artesanalmente: Kunstmann Lager. Esta primera variedad fue creada respetando el “Edicto de la Pureza” (Reinheitsgebot) del año 1516, que decreta que se debe producir con cuatro ingredientes esenciales: agua blanda, malta de cebada, lúpulo y levadura. 

Así, para 1991, Kunstmann había montado una microcervecería en el garaje de su casa. Él mismo producía la cerveza, contactaba a los clientes y hacía las veces de vendedor y de distribuidor. Fiel a sí mismo, y con el éxito que acompañaba su producción, en 1995 lanzó Kunstmann Bock, y en 1997 la icónica Kunstmann Torobayo. 

La marca fue creciendo y ganando fuerza en la región y en otras ciudades del Sur de Chile. Y en 1997, en la zona de Torobayo, deciden construir un espacio dedicado a transmitir una verdadera experiencia cervecera, a partir de la inauguración de una microcervecería que permitía a los consumidores vivenciar el proceso de elaboración, además de degustar las diferentes variedades recién elaboradas. 

 

Oportunidades de crecimiento y nuevos horizontes

Además de incrementar su producción con la nueva microcervecería, Kunstmann se consolidó como marca y comenzó a desarrollar nuevas especialidades artesanales súper premium. La marca, elegida por miles de consumidores y reconocida por sus especialidades de alta calidad, necesitaba dar un gran paso y trascender las fronteras. Por eso, en el año 2002, Kunstmann se asoció con CCU S.A, lo que le permitió acceder a mayores canales de venta y distribución, para llegar a todos los rincones de Chile y Argentina. Al mismo tiempo, en su camino hacia la internacionalización, la marca comenzó a exportarse a Brasil, Colombia, Bolivia, Perú y Argentina, entre otros, donde hoy se encuentra una marca activa que suma consumidores fieles en búsqueda de cervezas genuinas del mundo craft.

Hoy, tras 30 años, la dirección de la cervecera se encuentra en manos de la segunda generación familiar, liderada por Alejandro Kunstmann en la Gerencia General, que asegura las mismas ganas y pasión cervecera que movieron a Armin desde sus inicios como homebrewer.

 

Una base en casa, con vista al lago

En nuestro país, Kunstmann opera desde hace más de 10 años, ofreciendo -actualmente- Kunstmann Torobayo y Kunstmann Session IPA en sus presentaciones de lata 470cc. Además, desde el año 2014, Kunstmann cuenta con su propio espacio, ubicado en Av. Exequiel Bustillo 7966, San Carlos de Bariloche, en el cual presenta sus clásicas variedades de cerveza, y sus variedades experimentales elaboradas con agua de la Patagonia Argentina, asegurando una elaboración de productos de altísima calidad.

Seguir todas las novedades de la marca a través de la cuenta oficial @kunstmann_ar.